El Nordic
walking (NW) o caminar con palos fue desarrollado en Escandinavia y ha
ganado popularidad en la última década por tratarse de una forma simple para
hacer actividad física.
Con el objetivo de recopilar la
evidencia sobre sus beneficios, Tschenter et al. (2013) llevaron a cabo una
revisión de los estudios publicados
hasta Mayo de 2012 que se centraban en esta modalidad de actividad física. La
búsqueda rindió 16 estudios randomizados
( que implicó una intervención con NW vs otras modalidades o grupos control)
que involucró a 559 sujetos, así mismo se obtuvieron 11 estudios
observacionales (en los que no existía intervención, sino descripción de los
efectos del NW). Todos estos estudios tuvieron como variables dependientes estudiadas
tanto la frecuencia cardíaca como el máximo consumo de oxígeno.
Fruto del análisis de la recopilación
estos investigadores austríacos pudieron esbozar algunas conclusiones de particular interés:
1.
En
personas sanas se ha demostrado que tanto a corto como a largo plazo los
beneficios del NW son iguales o superiores a la caminar de forma briosa (brisk walking) – la recomendación de
actividad física más recomendada-. Si bien es cierto que en sólo uno de los
estudios analizados se obtuvo que el NW era superior al jogging.
2.
En
personas con patologías tales como la diabetes mellitus 2, la obesidad,
coronariopatías, enfermedad arterial periférica, enfermedad pulmonar obstructiva
crónica, fibromialgia, cáncer de pecho, Parkinson, dolor en general y depresión
también ejerce efectos positivos típicos
de la realización de actividad física cardiovascular sistemática.
a.
En
los últimos 4 años la lista se ha ampliado, pudiéndose encontrar datos sobre
los efectos beneficios del NW por ejemplo en: 1) mujeres mayores con osteopenia
u osteoporosis, en las que incrementa la fuerza y el rendimiento funcional
(Ossowski et al., 2016); 2) en personas afectadas con osteoartritis (Bieler et
al., 2016).
3.
En
conjunto el NW resulta seguro, con una prevalencia de 0.926 lesiones por cada
1000 horas de entrenamiento (lo cual está muy por debajo de índices lesivos de
otras modalidades como el baloncesto, el futbol o patinar). Específicamente, los autores detectaron que
las lesiones más comunes en el NW fueron el esguince del ligamento colateral
del cúbito, lesión en el pulgar y en el tobillo.
Los autores de la revisión,
Tschentscher et al., (2013) destacan que es una actividad que requiere de una
intensidad de entre 4 y 8 METS, es decir, una intensidad elevada según los
criterios del American College of Sports
Medicine (ACSM) quienes estipulan
que la intensidad de un ejercicio moderado se encuentra entre 3 y 6 METS
(equivalentes metabólicos). En términos de consumo calórico este dato se
interpreta de tal forma que se debe multiplicar los METS de la actividad x
0.0175 x los kilogramos de peso corporal.
En conjunto, los datos que se
desprenden de los estudios sobre NW, avalan su inclusión como modalidad de
actividad física, saludable y poco lesiva tanto en población sana como en
población clínica –aunque en esta última, la personalización y el asesoramiento
y seguimiento médico resultan fundamentales antes de su recomendación-.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Tschentscher
M, Niederseer D, Niebauer J. Health Benefits of Nordic Walking. A systematic
review. Am J Prev Med. 2013;44(1):76-84.
Ossowski
ZM, Skrobot W, Aschenbrenner P, Cesnaitiene VJ, Smaruj M. Effects of short-term
Nordic walking training on sarcopenia-related parameters in women with low bone
mass: a preliminary study. Clin Inter Aging. 2016;11:1763-77.
Bieler
T, Siersma V, Magnusson SP, Kjaer M, Christensen HE, Beyer N. In hip osteoarthritis,
Nordic Walking is superior to strength training and home-based exercise for
improving function. Scand J Med Sci Sports. 2016. Doi:10.1111/sms12694.
El presente artículo pretende realizar una breve recomendación general para este situación médica particular, lo cual NO SUSTITUIRÁ NUNCA, ni el diagnóstico ni el tratamiento tanto médico como terapéutico que se pueda haber emitido. Así mismo, se recomienda que si usted padece la situación tratada a lo largo del artículo, se ponga en contacto con su médico, fisioterapeuta o prescriptor de ejercicio para que puedan realizar un estudio profundo y personalizado de su situación, pudiendo ajustarle al máximo la realización de ejercicio físico o el tratamiento más acertado para usted.
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