Las
primeras nevadas nos incitan a acudir a las estaciones de esquí y practicar una
actividad física en la nieve, que posee grandes beneficios tanto a nivel
físico, psíquico como social. Nos referimos a esquiar y practicar snowboard. Para los amantes de estos
deportes, debe ser advertido que debido a la elevada cantidad de practicantes amateurs existe un elevado riesgo de
sufrir lesiones. Tanto es así que ha sido motivo de un estudio científico en el
que se ha recopilado los datos científicos más importantes al respecto. En este
trabajo, los autores Hébert-Losierk y Holmber (2013) ha encontrado que la tasa
de lesiones durante la práctica del esquí es de 2.4 a 2.6 por cada 1000 actividad elevándose a 3.6 a 7 en el caso del snowboard.
De todas las lesiones, aproximadamente el 55%
son de miembros inferiores (Bouter y Knipschild, 1989).
El análisis
de las lesiones permite conocer la importancia de establecer programas de prevención
multifactoriales en los que se atienda por un lado a los aspectos extrínsecos, como es el caso
del uso de cascos y reconocer el medio así como la climatología. Y por otro
lado, las variables intrínsecas como serán el estado de salud, de forma
física y del sistema neuromuscular.
Los autores
de la revisión han detectado la elevada atención que ha tenido el estudio y la
aplicación práctica de las variables extrínsecas dejando a un lado las
variables intrínsecas. Por lo que recomiendan desarrollar programas específicos para prevenir las lesiones, así como se hace
en otros tipos de actividades físico-deportivas. En este sentido, Bouter y
Knipschild (1989) establecen que la condición física general es un factor que
puede reducir el riesgo de lesión, pero no parece ser suficiente.
Analizando
el esquí se conoce que las lesiones más
comunes son:
1. Lesiones
traumáticas de la rodilla, con una
elevada incidencia de lesión del ligamento cruzado anterior con una
incidencia del 10% (Gollhofer y Gruber, 2009).
2. Lesiones musculoesqueléticas, agujetas por el esfuerzo mantenido y los
frenazos que requieren de elevadas contracciones excéntricas (Hoppeler y Vogt, 2009) que desencadenarán agujetas muy intensas e inclusos desgarros musculares.
3. Lesiones de
espalda baja (lumbalgias), atribuidas principalmente por un bajo estatus
musculoesquelético de la faja lumbo-abdominal.
4. Lesiones
por sobrecarga de estrés y agentes traumáticos en el pié y el tobillo.
Por lo
tanto resulta importante tener en cuenta que el riesgo de lesión así como el
mejor aguante durante las actividades de esquí debería ir precedido de al menos 2 semanas de entrenamiento
preparatorio, orientado principalmente:
1. Mejorar la fuerza/potencia de los miembros inferiores, pues es una clara
demanda del deporte (Karlsson, 1984).
2. Incluir
periodos de entrenamiento orientado a la mejora de la fuerza isométrica y excéntrica de los miembros inferiores.
3. Incrementar
la fuerza resistencia de la aptitud
musculoesquelética de la faja lumbo-abdominal en su tarea de estabilización multidireccional de la columna lumbar.
4. Desarrollar
actividades para mejorar la coordinación
y la capacidad sensoriomotriz (Gollhofer
y Gruber, 2009).
5. Incluir entrenamiento vibratorio para que el
cuerpo se adapte a aceleraciones de aproximadamente 30 Hz (Nigg, 1997, Federolf
et al., 2009).
6. Aprender un
ciclo adecuado de calentamiento general
y específico previo a esquiar.
EVITA LESIONES por practicar un deporte muy sano
y divertido a la par que mejoras TÚ
RENDIMIENTO.
Prepárate
antes de ir a esquiar. Dedícate dos semanas.
Tu salud te
lo agradecerá.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Bouter LM, Knipschild PG. Causes and prevention of injury in
downhill skiing. Phys Sportsmed 1989; 17 (11): 81-94.
Federolf P, Tscharner Von V, Haeufle D, Nigg B,
Gimpl M, Müller E.
Vibration exposure in alpine skiing and consequences for muscle activation
levels en Müller E, Lindinger S, Stöggl T (eds). Science and skiing IV. Maidenhead: Meyer & Meyer Sport; 2009
pp 19-25.
Gollhofer A, Gruber M. Importance of sensoriomotor
training for injury prevention and athletic performance. Müller E, Lindinger S,
Stöggl T (eds). Science and skiing IV.
Maidenhead: Meyer & Meyer Sport; 2009 pp 26-32.
Hébert-Losier K, Holmberg HC. What are the exercise-based injury
prevention recommendation for recreational alpine skiing and snowboarding? Sports Med 2013; 43:355-366.
Hoppeler H, Vogt M. Eccentric exercise in alpine skiing en Müller
E, Lindinger S, Stöggl T (eds). Science
and skiing IV. Maidenhead: Meyer & Meyer Sport; 2009 pp 33-42.
Karlsson J. Profiles ofcross-country and alpine skiers. Clin Sports Med 1984; 3 (1): 245-271.
Nigg BM. Impact forces in running. Curr Opinion in Orthopaedics 1997;
8: 43-47.
El presente artículo pretende realizar una breve recomendación general para este situación médica particular, lo cual NO SUSTITUIRÁ NUNCA, ni el diagnóstico ni el tratamiento tanto médico como terapéutico que se pueda haber emitido. Así mismo, se recomienda que si usted padece la situación tratada a lo largo del artículo, se ponga en contacto con su médico, fisioterapeuta o prescriptor de ejercicio para que puedan realizar un estudio profundo y personalizado de su situación, pudiendo ajustarle al máximo la realización de ejercicio físico o el tratamiento más acertado para usted.
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