La menopausia es una fase biológica dentro del ciclo de vida de la mujer que va acompañado de profundos cambios que afectarán al funcionamiento y salud de la mujer. Unos de los cambios más notables e incipientes es el de la incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE). Este fenómeno se define, según la Asociación Internacional de Continencia (ICS), como la perdida involuntaria de orina que puede ser demostrada de forma objetiva, que afecta a la calidad de vida y constituye un problema social e higiénico. Aunque es bien sabido que los mecanismos involucrados en la continencia urinaria son complejos y multifactoriales, se ha constatado la importancia de mantener una musculatura del suelo pélvico neuromuscularmente activa (Rial, Chulvi y Pinsach, 2012). La capacidad muscular del suelo pélvico cambia durante las diferentes etapas biológicas de la mujer, y además correlaciona inversamente con la edad (Pereira, Botelho, Marques, 2014). Si a este hecho se le añade el cese de producción de hormonas ováricas también es un factor de predisposición a la incontinencia urinaria (Legendre, Ringa, Fauconnier et al., 2013), se puede concluir que a partir del cese total de menstruación, la mujer será más susceptible a la incontinencia urinaria.
De hecho, datos epidemiológicos muestran una elevada incidencia, por ejemplo Legendre et al. (2013) encuentran un 62% de menopaúsicas afectadas por algún síntoma de incontinencia urinaria por esfuerzo. En el contexto español, las cifras son muy similares, los datos presentados por Ces y colaboradores aportan que un 55.9% de una muestra de 270 mujeres postmenopaúsicas tenían incontinencia y la más prevalente fue la incontinencia de esfuerzo apareciendo en un 56.9%.
Aunque se desconoce cuál es el método más eficaz así como la dosificación del mismo (Boyle, Hay-Smith, Cody et al., 2012), el “re-entrenamiento” neuromuscular y el aprendizaje motriz del suelo pélvico de todas sus funciones permite mejorar la fuerza en mujeres menopaúsicas (Tosun, Mutlu, Tusunet al., 2014), especialmente cuando se realiza una programación específica, y atendiendo a medio largo plazo [12 semanas] (Tosun, Mutlu, Ergenoglu et al., 2014).
Los datos de Legendre et al. (2013) muestran como la terapia sustitutiva hormona no es suficiente para atajar la incontinencia urinaria en mujeres menopaúsicas, consecuentemente se sugiere añadir un programa de ejercicio físico específico, que puede llevarse a cabo mediante ejercicios como las técnicas hipopresivas, la electroestimulación intravaginal, el biofeedback, los ejercicios de Kegel entre otros.
Además de los datos objetivos, puedes valorar tu salud en materia de incontinencia urinaria mediante el cuestionario de incontinencia urinaria ICIQ-SF, que identifica a las personas con incontinencia urinaria y el impacto sobre la calidad de vida. Puede ser autoadministrado atendiendo a que cuando se sume las puntuaciones de las preguntas 1+2+3, se considera diagnóstico de incontinencia urinaria cualquier puntuación superior a 0.
Si detectas que padeces incontinencia urinaria por esfuerzo contacta con Clínica Millet • Clínica de la Mujer Valencia y pregunta cómo podemos ayudarte con la salud de tu suelo pélvico, con nuestras actividades específicas que incluyen ejercicios hipopresivos, basados en la metodología low pressure fitness, ejercicios Kegel, ejercicios de estabilización y fortalecimiento específicos.
Referencias bibliográficas consultadas:
Boyle R, Hay-Smith EJ, Cody JD et al. Pelvic floor muscle training for prevention and treatment of urinary and faecal incontinence in antenatal and postnatal women. Cochrane Database Syst Rev 2012; 17:10: CD 007471.
Ces JA, Lago IJ, Liceras J. Menopausia e incontinencia urinaria femenina: acerca del possible efecto de la terapia hormonal sustitutiva. Clin Invest Gin Obst 2007; 34 (6): 224-229.
Fan HL, Chan SS, Law TS, et al. Pelvic floor muscle training improves quality of life of life of women with urinary incontinence: a prospective study. Aust N Z J Obstet Gynaecol 2013; 53 (3): 298-304.
Legendre G, Ringa V, Fauconnier A, Fritel X. Menopause, hormone treatment and urinary incontinence at midlife. Maturitas 2013; 74: 26-30.
Pereira LC, Botelho S, Marques J et al. Electromyographic pelvic floor activity: Is there impact during the female life cycle? Neurol Urodyn 2014; Epub ahead of print.
Rial T, Chulvi I, Pinsach P. Influence of fitness activities on pelvic floor dysfunctions. Trances 2012; 4 (5): 409-422.
Tosun OC, Mutlu E, Ergenoglu A et al. Does pelvic floor muscle training abolish symptons of urinary incontinence? A randomized controlled trial. Clin Rehabil 2014; Epub ahead of print.
Tosun OC, Mutlu EK, Tosun G et al. Do stages of menopause affect the outcomes of pelvic floor muscle training? Menopause 2014; Epub ahead of print.
Trutnovsky G, Rojas RG, Mann KP, Dietz HP. Urinary incontinence the role of menopause. Menopause 2014; 21 (4): 399-402.
Dr. Iván Chulvi y Laura Masiá • Entrenadores deportivos
Clínica Millet • Clínica de la Mujer Valencia • Ginecología, obstetricia, reproducción asistida, diagnóstico prenatal, preparto, posparto, pediatría, endocrinología, deporte, psicología y medicina estética.
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