Todas las herramientas que permitan incrementar el gasto calórico de una persona con sobrepeso u obesidad siempre debe ser bienvenida. Por ello, conocer este valor resulta de gran interés para los profesionales del ejercicio físico.
Las plataformas de vibración de cuerpo completo resultan una opción muy tentadora para las personas con sobrepeso u obesidad. Probablemente se deba a una apariencia de ejercicio físico menos agresiva además de una mayor tolerancia al esfuerzo necesario para llevar a cabo un entrenamiento vibratorio -aunque esto resulta muy reduccionista, puesto que cualquier buen profesional podrá aplicar esta herramienta que haga esforzarse al máximo al atleta mejor preparado-.
Para conocer los efectos del entrenamiento vibratorio de cuerpo completo sobre la pérdida de grasa, una especialista en la material, Darryl Cochrane desarrolló una revisión al respecto (Cochrane, 2012), que como toda publicación puede ser mejorable, pero nos permite tener una aproximación de los efectos que puede provocar un programa de entrenamiento vibratorio sobre el consumo calórico derivado de las grasas. El análisis se llevó a cabo con los resultados de 16 estudios.
Aunque se debe recordar que la obesidad es una entidad patológica multifactorial, y que por tanto, está influencia por múltiples variables, como la alimentación, el estado hormonal, el descanso, la actividad física diaria etc., el estudio concluye que la utilización de la plataforma de vibración a 26 Hz durante 3 minutos genera una consumo aproximado de 10.7 gramos de grasa por hora. De la misma forma que la obesidad es multifactorial, el entrenamiento vibratorio posee múltiples parámetros que modifican el grado de estrés generado en el organismo -posición, tipo de vibración, tiempo de descanso entre exposiciones, sobrecarga externa, amplitud de vibración, etc.-.
A raíz de este dato, el investigador concluye que la intervención exclusiva con entrenamiento vibratorio para pérdida de peso puede ser poco eficaz para lograr el objetivo, puesto que no genera un gran consumo energético.
A mi parecer, como siempre, considero que se deben tener presente estos datos, y ser consciente de los mismos. Pero no por ello, dejar de utilizarlo. De hecho, la aplicación del entrenamiento vibratorio, puede significar un punto de partida para muchas personas con obesidad que ven el ejercicio físico -incluso caminar 10 minutos- como un objetivo muy lejano. Adicionalmente, la inclusión de una intervención con entrenamiento vibratorio a un programa de ejercicio físico de fuerza y aeróbico, puede suponer un beneficio añadido para la persona.Finalmente, se debe considerar que el ejercicio vibratorio podría tener efectos positivos -al margen del consumo calórico demandado- sobre algunas de las morbilidades asociadas a la obesidad y que dichas mejoras podrían influir positivamente tanto en la salud, como en la tolerancia de ejercicio físico de mayor consumo energético.
Referencia bibliográfica.
Cochrane DJ. Is vibration exercise a useful addition to a weight management program? Scand J Med Sci Sports 2012; 22:705.
Las plataformas de vibración de cuerpo completo resultan una opción muy tentadora para las personas con sobrepeso u obesidad. Probablemente se deba a una apariencia de ejercicio físico menos agresiva además de una mayor tolerancia al esfuerzo necesario para llevar a cabo un entrenamiento vibratorio -aunque esto resulta muy reduccionista, puesto que cualquier buen profesional podrá aplicar esta herramienta que haga esforzarse al máximo al atleta mejor preparado-.
Para conocer los efectos del entrenamiento vibratorio de cuerpo completo sobre la pérdida de grasa, una especialista en la material, Darryl Cochrane desarrolló una revisión al respecto (Cochrane, 2012), que como toda publicación puede ser mejorable, pero nos permite tener una aproximación de los efectos que puede provocar un programa de entrenamiento vibratorio sobre el consumo calórico derivado de las grasas. El análisis se llevó a cabo con los resultados de 16 estudios.
Aunque se debe recordar que la obesidad es una entidad patológica multifactorial, y que por tanto, está influencia por múltiples variables, como la alimentación, el estado hormonal, el descanso, la actividad física diaria etc., el estudio concluye que la utilización de la plataforma de vibración a 26 Hz durante 3 minutos genera una consumo aproximado de 10.7 gramos de grasa por hora. De la misma forma que la obesidad es multifactorial, el entrenamiento vibratorio posee múltiples parámetros que modifican el grado de estrés generado en el organismo -posición, tipo de vibración, tiempo de descanso entre exposiciones, sobrecarga externa, amplitud de vibración, etc.-.
A raíz de este dato, el investigador concluye que la intervención exclusiva con entrenamiento vibratorio para pérdida de peso puede ser poco eficaz para lograr el objetivo, puesto que no genera un gran consumo energético.
A mi parecer, como siempre, considero que se deben tener presente estos datos, y ser consciente de los mismos. Pero no por ello, dejar de utilizarlo. De hecho, la aplicación del entrenamiento vibratorio, puede significar un punto de partida para muchas personas con obesidad que ven el ejercicio físico -incluso caminar 10 minutos- como un objetivo muy lejano. Adicionalmente, la inclusión de una intervención con entrenamiento vibratorio a un programa de ejercicio físico de fuerza y aeróbico, puede suponer un beneficio añadido para la persona.Finalmente, se debe considerar que el ejercicio vibratorio podría tener efectos positivos -al margen del consumo calórico demandado- sobre algunas de las morbilidades asociadas a la obesidad y que dichas mejoras podrían influir positivamente tanto en la salud, como en la tolerancia de ejercicio físico de mayor consumo energético.
Referencia bibliográfica.
Cochrane DJ. Is vibration exercise a useful addition to a weight management program? Scand J Med Sci Sports 2012; 22:705.
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