Obesidad, ejercicio físico y alimentación, ¿somos menos eficientes?

Recientemente se han publicado unos datos "inquietantes". Parece ser que, entre 1988 y 2006, la frecuencia de la actividad física en el tiempo de ocio aumentó desde 47 hasta 120%. Sin embargo, para una determinada cantidad de ingesta de calorías, ingesta de macronutrientes o actividad física en el tiempo de ocio, el IMC era de hasta 2,3 kg / m2 mayor en 2006 que en 1988 (Brown et al., in press).

Estos datos nos deben hacer reflexionar sobre las pautas recomendadas hasta día de hoy. Sabemos sobradamente que la combinación de dieta y ejercicio físico son eficaces (Schwingshackl et al., 2014), pero quizá se deban valorar nuevas propuestas que resulten más eficaz a tenor de los datos presentados por Brown et al., (in press).

Referencias bibliográficas.

Schwingshackl L, Dias S, Hoffmann G. Impact of long-term lifestyle programmes in weight loss and cardiovascular risk factors in overweight/obese participants: a systematic review and network meta-analysis. Systematic Reviews. 2014;3:130.

Brown RE, Sharma AM, Arden CHI, Mirdamadi P, Mirdamadi P, Kuk JL. Secular differences in the association between caloric intake, macronutrient intake, and physical activity with obesity. Obesity Research & Clinical Practice. (in press).

El presente artículo pretende realizar una breve recomendación general para este situación médica particular, lo cual NO SUSTITUIRÁ NUNCA, ni el diagnóstico ni el tratamiento tanto médico como terapéutico que se pueda haber emitido. Así mismo, se recomienda que si usted padece la situación tratada a lo largo del artículo, se ponga en contacto con su médico, fisioterapeuta o prescriptor de ejercicio para que puedan realizar un estudio profundo y personalizado de su situación, pudiendo ajustarle al máximo la realización de ejercicio físico o el tratamiento más acertado para usted.

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