Ir al contenido principal

ENTRENAMIENTO INTERVÁLICO DE ALTA INTENSIDAD PARA LA SALUD Y ENFERMEDAD



El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIT) por sus siglas en inglés, es una metodología de entrenamiento que se caracteriza por periodos de breves de actividad física de intensidad elevada seguido por periodos de descanso o de una actividad física de baja intensidad.
Los principales efectos de este tipo de entrenamiento se pueden resumir en dos grandes bloques:
1)       Un consumo energético similar o superior al entrenamiento aeróbico continuo
2)      Mejora igual o superior de los parámetros de salud en personas sanas o enfermas (por ejemplo, incremento de la biogénesis mitocondrial).
Estas mejoras se pueden apreciar sobre el control metabólico del músculo esquelético (adaptación periférica), así como en las modificaciones de la función cardiovascular (adaptación central).
Estos efectos pueden apreciarse incluso con volúmenes de entrenamiento bajos. Pero la persona percibe este tipo de entrenamiento como más disfrutable que el ejercicio aeróbico continuo de larga duración.
Resulta escasa la investigación sobre un perfil de población enferma, y aunque se desconoce cual es la intensidad umbral, a partir de la que se pueden comenzar a disfrutar de este tipo de entrenamiento, los datos observacionales e investigaciones experimentales ponen de manifiesto que puede ser aplicado con cautela en un grueso de personas con situaciones patológicas asociadas, sin riesgo para su salud y con un alto nivel de beneficio.
Las personas que buscan un rendimiento físico, también se pueden ver beneficiadas por este método de entrenamiento.
No obstante, tal y como señalan los autores de la revisión que se está sintetizando en el presente artículo, aun falta mucho por investigación, específicamente sobre la relación dosis-respuesta en relación a las modificaciones biológicas (a nivel molecular), genéticas (traslación, traducción de proteínas), riesgo de sobreentrenamiento del organismo.

Sin embargo, su aplicación cada vez es más extendida, y supone una forma muy interesante de entrenamiento, que los instructores de fitness y entrenadores personal deberán tener en cuenta y poder incluir en sus programas de ejercicio físico.
Fuente bibliográfica consultada
Gibala MJ, Little JP, MacDonald MJ, Hawley JA. Physiological adaptations to low-volume, high-intensity interval training in health and disease. J Physiol 2012; 590.5: 1077-1084.

Nota del autor.
El presente artículo pretende realizar una breve recomendación general para este situación médica particular, lo cual NO SUSTITUIRÁ NUNCA, ni el diagnóstico ni el tratamiento tano médico como fisioterapéutico que se pueda haber emitido. Así mismo, se recomienda que si usted padece la situación tratada a lo largo del artículo, se ponga en contacto con su médico, fisioterapeuta o prescriptor de ejercicio para que puedan realizar un estudio profundo y personalizado de su situación, pudiendo ajustarle al máximo la realización de ejercicio físico o el tratamiento más acertado para usted.

Comentarios

  1. Thanks for sharing, nice post! Post really provice useful information!

    FadoExpress là một trong những công ty vận chuyển hàng hóa quốc tế hàng đầu chuyên vận chuyển, chuyển phát nhanh siêu tốc đi khắp thế giới, nổi bật là dịch vụ gửi hàng đi đài loan và dịch vụ gửi hàng đi canada uy tín, giá rẻ

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Personal trainer, ¿qué es mejor el jalón al pecho o las dominadas?

Una de las preguntas más habituales en las salas de musculación es “entrenador, ¿qué es mejor, jalón al pecho o dominadas? Para poder contestar hemos acudido a un reciente estudio publicado en Sports Biomechanics . En este trabajo los investigadores seleccionaron a 9 sujetos jóvenes asintomáticos y con al menos 12 meses de experiencia en el entrenamiento de fuerza. Para asegurar y estandarizar el agarre en ambos ejercicios para todos los sujetos, se procedió a medir la distancia desde C7 hasta la 1ª articulación metacarpofalángica en posición de flexión con el codo totalmente extendido y el hombro en abducción. Una vez tomadas estas medidas la muestra realizar una prueba de fuerza máxima en jalón al pecho (media de 79.5   ± 11.6) en base al número de repeticiones máximas que se habían realizado en el ejercicio de dominadas (una media de 10   ± 3) (es decir si un sujeto ejecutaba 3 repeticiones en dominadas, para el ejercicio de jalón al pecho se realizaba una prueba de 3RM).

Ejercicio isométrico en personas con hipertensión

Tradicionalmente se ha restringido sino contraindicado, el ejercicio de fuerza en personas con hipertensión arterial. Particularmente porque con la isometría o la cuasi-isometría muscular se alcanzaban  valores muy elevados de fuerza y podría generar alteraciones cardiocirculatorias indeseables. En los últimos años, ha sido aplicada la isometría en personas con hipertensión arterial con resultados muy alentadores. En mi experiencia personal con 2 personas afectadas por la hipertensión - obviamente nada significativamente estadístico -, tras 6 semanas de entrenamiento aplicando el protocolo descrito por Millar et al., (2013), tanto para manos como para piernas, se han reducido los valores de tensión arterial sistólica de un entrenado en 15 mmHg y 12 mmHg en el otro. Bien es cierto, que la aplicación durante los ejercicios isométricos se OBLIGABA  a ventilar y al finalizar las series se tomaba la tensión arterial para detectar cualquier fluctuación anómala. Se debe recordar

PULL-OVER, UNA ALTERNATIVA PARA EL ENTRENAMIENTO PECTORAL

El ejercicio conocido como Pull-Over ha sido un ejercicio escasamente estudiado, y por tanto, ha sido objeto de confusiones y falsas creencias. A la hora de analizar un ejercicio de entrenamiento de fuerza se debe prestar atención a dos parámetros de gran importancia, la eficacia y la seguridad.  Atendiendo a la  variable de eficacia, se deben conocer las involucraciones musculares durante este ejercicio, sin embargo, estas  no habían sido cuantificadas. Se conocía que permitía activar los grupos musculares del deltoides, pectoral, serrato anterior y gran dorsal (Stiggins & Allsen, 1984). Fruto de esta escasez de datos objetivos no se conocía si se trata de un ejercicio donde predomine la actividad del pectoral o la del dorsal. Para dar contestación a esta incógnita, Marchetti  y Uchida  (2011) llevaron a cabo una investigación con electromiografía de superficie y pudieron observar mayores niveles de activación por parte del pectoral mayor ( imagen 1 ). Por lo tan