El sedentarismo es un estilo de vida supone entre el 6 y el
10% del total de las muertes por enfermedad no transmisibles, adicionalmente, supone el 9% de las mortalidad prematura (Lee et al., 2012). La inactividad
física está asociada a mortalidad y morbilidad que puede atenuarse con la
inclusión de actividad física (Lee et al., 2012). Poca cantidad de actividad
física puede ser suficiente para comenzar, de hecho añadir 15-30 minutos de
caminar de manera briosa supone un gran beneficio para la salud (Wen et al.,
2011).
La actividad física puede ser modificada por diferentes
variables, pero parece estar aceptado que la combinación de características que
permitan que la actividad física implique un consumo total de 1000 Kcal por
semana puede ser suficiente (Kokkinos, 2012), aunque también es sabido que se
pueden esperar mayores beneficios con mayores consumos. En este caso, Kokkinos
(2012) sugiere un incremento gradual de
los siguientes parámetros:
En primer lugar se puede comenzar caminando, e intentando
llegar al tiempo estipulado o al número de pasos asociados. A continuación,
aparece una imagen gráfica que puede servir de ayuda, tomada de la especialista
mundial de referencia Tudor-Locke (Tudor-Locke et al., 2011):
Imagen tomada del original (Tudor-Locke
et al., 2011).
Es sabido que el total del tiempo de actividad física puede
ser acumulativo, siempre y cuando los episodios de actividad física sean de al
menos 10 minutos (Haskell et al., 2007). Por lo que se puede segmentar la dosis
de actividad física diaria.
Las recomendaciones de actividad física, sugieren la
posibilidad de combinar el ejercicio moderado con el ejercicio de mayor brío,
por lo que actividades más intensas o periodos de correr podrían incluirse. Por
ejemplo, se ha comprobado que el correr durante 5-10 minutos incluso a una
velocidad ligeramente inferior a 10 kilómetros por hora, en particular 9,6
km/h, puede ser suficiente para personas que se inician (Lee et al. 2014).
Finalmente, para los amantes de los animales, tener un perro
puede ayudar a incrementar tus niveles de actividad física (Yabroff et al.,
2008) además de otros beneficios para la salud global.
Una nota importante de resaltar antes de finalizar, es que, existe consenso en
recomendar la inclusión de ejercicio para el fortalecimiento del sistema
neuromuscular. Por lo tanto, no se debe olvidar, que si bien es importante el
aspecto de la salud cardiovascular, también lo es para el sistema
neuromuscular. Aunque no es motivo para esta entrada, resulta conveniente
recordar que se debería incluir un mínimo de dos sesiones semanales de 8-12 ejercicios
contra resistencia que involucrases los principales grupos musculares. En
función del nivel de la persona se ajustaría unas cargas u otras (Ratamess et
al., 2009; Loveless y Ihm, 2015).
Referencias
bibliográficas.
Haskell WL, Lee I_M, Pate RR. Physical activity and public health
updated. Recommendations for adults from the American College of sports
Medicine and the American Heart Association. Circulation. 2007;116:1081-93.
Kokkinos P. Physical activity, health benefits, and mortality risk. ISRN Cardiology. 2012 ID718789.
Lee DC, Pate RR, Lavie CJ, Sui X, Church TS, Blair SN. Leisure-time
running reduces all-cause and cardiovascular mortality risk. J Am Coll Cardiol. 2014; 64 (5): 472-81.
Loveless MS, Ihm JM. Resistance exercise: how much is enough? Curr Sports Med Rep. 2015;14(3):221-6.
Ratamess NA, Alvar BA, Evetoch TK,
et al. Progression models in
resistance training for healthy adults. Med Sci Sports Exerc. 2009; 41:687-708.
Tudor-Locke C, Craig CL, Aoyagi Y et al. How many steps/day are enough?
For older adults and special population. Int
J Behav Nutr Phys Act. 2011; 8:80.
Yabroff KR, TRoiano RP, Berrigan D. Walking the dog: is pet ownership
associated with physical activity in California? J Phys Act Health. 2008; 5(2):216-28.
El presente
artículo pretende realizar una breve recomendación general para este situación
médica particular, lo cual NO SUSTITUIRÁ NUNCA, ni el diagnóstico ni el
tratamiento tanto médico como terapéutico que se pueda haber emitido. Así
mismo, se recomienda que si usted padece la situación tratada a lo largo del
artículo, se ponga en contacto con su médico, fisioterapeuta o prescriptor de
ejercicio para que puedan realizar un estudio profundo y personalizado de su
situación, pudiendo ajustarle al máximo la realización de ejercicio físico o el
tratamiento más acertado para usted.
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