En los últimos años se están implantando diversas disciplinas, sin entrar a mencionar sus nombres comerciales, que están prodigando el entrenamiento extenuante como un común denominador para obtener múltiples beneficios. Pese a que existen evidencias que sustentan los beneficios de programas de ejercicio intenso, como en el caso del High Intensity Interval Training (HIIT) (Gibala et al., 2012; Shiraev et al., 2012; Kessler et al., 2012), se debe ser muy cauto en su aplicación. La correcta evaluación y progresión desde el estado inicial resultan variables cruciales para beneficiarse de cualquier programa de entrenamiento, no obstante cuando el entrenamiento es ejecutado con intensidades muy elevadas y enormes volúmenes de entrenamiento el riesgo de lesión y sobreentrenamiento aparecen. Así por ejemplo, el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) advirtió el increíble impacto que este tipo de actividades generaba sobre la lesión musculo-esquelética...