La actividad física ha sido integrada como un factor preventivo del declive de la función cognitiva, retrasando con ello, el fenómeno de la demencia, y por tanto, influirá positivamente en el progreso de enfermedades como el Alzheimer. Esta afirmación se está consolidando con la intensificación en el número de investigaciones al respecto, debido a esta proliferación un grupo de investigadores se han visto motivados para realizar una revisión de la literatura, que será objeto del análisis del presente artículo. Los autores buscaron investigaciones epidemiológicas con carácter longitudinal, y obtuvieron 24 trabajos de elevada calidad para poder incluir en su análisis. Con los resultados de estos trabajos se puede afirmar la existencia de correlaciones entre el nivel de la condición física y/o el nivel de actividad física realizado con los niveles cognitivos de las personas de edad avanzada. Cuando se analiza la investigación básica (utilizando modelos animales) se pone de man...